La tendencia hoy en día hay que buscarla. Pero ¿hasta qué punto esa búsqueda no se convierte en una invención del fashionista? De la misma manera que en el pasado la tendencia surgía de manera natural, aproximadamente a partir de la década de los 70 hay que ir a buscarla a los lugares más complicados y excéntricos.
A raíz de la Revolución Industrial, es el capitalismo quien acelera estos flujos de tendencias, ya que el consumo se masifica y todo el mundo puede acceder a este mundo de la moda. Si este flujo de consumo se acelera, se despierta el interés por lo novedoso y el deseo de consumir; razón principal de existencia de todas las empresas, ya sean de moda o de otro cualquier producto. La profesión de cazatendencias nace en Estados Unidos en los años 90, a través de Look-Look, pionera en convertirse en visionarios de lo que se llevará la próxima temporada. A partir de ahí, Future Concept Lab, Nelly Rodi, WSGN, o Coolhunting Research&Shooper desde España. Su misión consiste en mezclarse con la gente y en recoger todo aquello relacionado con el arte y la cultura, desde conciertos, exposiciones, mercadillos callejeros que pueda ser novedad... De este modo, este invierno hemos llevado el camel, las Converse se convirtieron en el símbolo de lo casual, las sandalias con calcetines no se limitan exclusivamente a los guiris, o The Sartorialist lanza un libro con una selección de las mejores fotografías de su blog. Todo ello es o ha sido tendencia. ¿Lo próximo que viene? La concienciación por la eco moda, con tejidos sintéticos y que respetan el medio ambiente, colores más naturales; pero también se verá reflejado en la alimentación, los automóviles, la belleza, el bienestar... Este mes ya lo anuncia Vogue, o H&M, con su colección Conscious; apliquémosla a nuestro modo de vida, porque al menos el invento, en esta ocasión, resulta beneficioso para todos. GABRIELLE.
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