martes, 30 de agosto de 2011

"Sobre las revistas femeninas"

Revistas como Vogue y otras tantas femeninas han logrado mostrar, a través de la historia, a aquellos personajes- femeninos y masculinos- que han formado parte de ella para contarnos de qué va esto que llamamos vida. A través de reportajes de moda, aquella que muchos no entienden y que yo siempre defenderé como arte (aunque no pueda adquirirlo); de entrevistas culturales a individuos que han dejado y dejan su huella en el mundo; de noticias de actualidad que reflejan revoluciones sociales; de novedades que empiezan a formar parte de la sociedad y que terminan siendo parte de nuestra rutina... Ejemplares mensuales que se adelantan a lo que entre todos estamos montando, pero siempre con un punto de clase y de halo aspiracional. No se trata sólo de modelos, trapos y cuerpos... detrás de cada número de estas revistas hay un enorme trabajo de documentación, fotografía (con las que después se publican libros y se presentan exposiciones), y un alto valor periodístico y humano, pues no debemos olvidar que entre todas sus páginas, no se habla de otra cosa que de vidas humanas como las nuestras propias.
GABRIELLE.
Pies para qué los quiero, si tengo alas para volar. Frida Kahlo.

domingo, 28 de agosto de 2011

"Último domingo de Agosto"

Hace un año escribía un post similar, contando por qué me encanta Septiembre. Abro revistas de este mes, y me encuentro columnas que hablan de lo mismo, de por qué se trata de una etapa de transición, de un cambio de chanclas por botas de caña alta, pero de forma paulatina; Septiembre nos da la oportunidad de hacerlo poco a poco. Transformación en los armarios y en nuestras almas. Ya hemos tenido tiempo para descansar, para mirar a sol y llenarnos de energía, esa que es tan fácil que te roben los de tu alrededor, pero que sabemos recuperar para que todo vuelva a su cauce. Por eso, junto a las prendas de punto que nos abrigarán de los aires del norte, pieles sintéticas, chaquetas militares y de cuero, medias, leggins, ponchos... es imprescindible que también venga un período de reflexión interior para dar gracias por todo lo que hemos logrado en la vida que además de llenar nuestros armarios, llene también nuestros corazones.
PD: Me quedo con la nueva temporada de H&M entre las marcas low cost. Inspiración sesentera y femenina para empezar a trabajar el próximo jueves. GABRIELLE.

lunes, 22 de agosto de 2011

"La Quilla"











La quilla es la parte más importante del barco, el esqueleto sobre el que se construirá su estructura. En Cádiz sabemos mucho acerca de ello, y en estos días que quedan de verano nada mejor que pasear por su Bahía, por el Paseo Marítimo o por una de sus maravillosas playas urbanas, como la Caleta. Allí cerca, en el bar La Quilla podrás saborear su esencia con todos los sentidos. Degustar sus sabores, oler su brisa, admirar los atardeceres, oír las olas y sentir la paz absoluta. Vestido: H&M, sandalias; Zara. GABRIELLE.

lunes, 15 de agosto de 2011

"En Villa Paraíso"

El árbol del Paraíso es un árbol idóneo para el verano, pues el calor y la sequedad del terreno no repercuten en su salud. Destaca por su resistencia y por los escasos cuidados que necesita.
Desde Villa Paraíso he vivido unos días verano de relax, descanso, sol y lectura.
Laver, James: Breve historia del traje y la moda. Ensayos Arte Cátedra. Madrid, 2008.







viernes, 12 de agosto de 2011

"El país más pequeño de África"






Alejada desde hace muchos meses del blog, y ya de vuelta de unas merecidas vacaciones, no me gustaría dejar de pasar la oportunidad de contar el original destino de este año: Gambia.
Han sido ocho días de descanso en un fabuloso hotel, Coco Ocean Resort & Spa , que recomiendo a todo aquel que quiera perderse en unas instalaciones de lujo, buena cocina internacional, un spa memorable y sobre todo la posibilidad de, en pleno julio, estar solo en una playa salvaje. Nadie por la derecha y nadie por la izquierda…
Pero no todo han sido comodidades. Conscientes de la posibilidad que teníamos a nuestro alcance para conocer la profundidad de las tierras, nos sumergimos de lleno en este país africano aún por explotar. El Albert Market de Banjul (la capital), poblaciones como Serrekunda o Brikama fueron algunas de nuestras paradas. Mención aparte merece el pueblo pescador de Tanji, que no tiene desperdicio para comprobar lo realmente diferente que es la sociedad europea de la africana. Un lugar donde tuve sentimientos encontrados de rechazo y admiración hacia la figura del hombre, que irremediablemente, sobrevive donde le “toca” vivir y lo hace de una manera mucho más noble que algunos de nosotros, los llamados “civilizados”.
Después de visitar una escuela, un hospital e infinidad de poblados, solo piensas en la suerte que tienes. Los niños se convierten en los protagonistas indiscutibles y son ellos, los que no tienen absolutamente nada y los que te agradecen un caramelo con cara vergonzosa, los que te hacen pensar en nuestras comodidades… Allí no hay cremas anticelulíticas, estrés laboral o share televisivo. Ni días negros en Bolsa ni bolsos de la próxima temporada. Ni carritos McLaren.
Disfrutar de una naturaleza virgen a la que no estamos acostumbrados, pasar tiempo con gente totalmente opuesta a ti y sobre todo saber que se puede vivir sin la necesidad de todos los objetos y servicios que tenemos a nuestra disposición diariamente, es el resumen de mi experiencia.

Mi resumen y el de mi compañero de viaje, al que agradezco en el alma que organizara esta escapada con el cariño y detalle con que hace absolutamente todo lo que compartimos desde que nos encontramos. ¡Gracias! PEGUIE.

sábado, 6 de agosto de 2011

"Casa Lemon"







Haz de tu casa el mejor refugio que pueda aislarte de las locuras del mundo. GABRIELLE.

lunes, 1 de agosto de 2011

"Ibiza 2008"

[...] "No hicieron falta más palabras, o a lo mejor tan siquiera hicieron falta aquellas para hacer, como siempre, lo que me vino en gana. Disfrutar de un romance que duró lo mismo que la famosa película, siete días. Viví un amor apasionado, incluso posesivo. Con la caída del sol, cuando estábamos extasiadas de mojitos, sal y arena, aparecía mi italiano a la salida del trabajo, dispuesto a hacerme sentir, uno a uno, los mejores placeres de la juventud bajo un manto de estrellas. Y aunque no entendí en aquellos maravillosos siete días con sus siete noches ni una sola palabra de lo que el chico hablaba, en estos casos nada mejor que el lenguaje de los sentidos para comunicarse. Yo me entregaba obediente a esos trabajados y morenos brazos que me rodeaban, haciéndome sentir muy pequeña; una muchachita indefensa que se olvidaba de todo cuando su galán nocturno hacía acto de presencia. Ambos erámos conscientes de que una vez finalizada la semana ninguno volvería a saber del otro, y quizás aquello lo hiciera más mágico si cupo. Porque en ningún momento transmitimos amor, sino una conexión especial que no hubiera sido de aquella manera en otras circunstancias. Porque probablemente, en mi vida cotidiana, este italiano no hubiera sido nunca mi tipo; no encajaba con mis valores, ni con mi percepción de la realidad. Pero como cada cosa que se encuentra si uno abre bien los ojos, él apareció en el lugar y momento adecuados. Y como no hubiera sido tan perfecto si hubiéramos mantenido el contacto después de todo lo sucedido, mi vuelta a la realidad cayó por su propio peso". [...]