domingo, 19 de febrero de 2017

"Paraíso subdesarrollado"












Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos "África". En la realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe”. Ébano, Ryszard Kapuscinski.
Hay viajes que te marcan para siempre y esta visita a Zanzíbar, en Tanzania, va a quedarse conmigo eternamente. Más allá de verlo con ojos de turista, que también lo hemos sido, han sucedido una serie de circunstancias que jamás olvidaremos. Porque es un lugar donde poder experimentar la austeridad de nuestros bungalows en Mabwe Roots o la opulencia de Essque Zalu -donde recomiendo una cena en su maravilloso pantalán- o Kilindi, pasando por otros como Seles, Bandas o Warere Beach. Donde, más allá de la cómoda vida occidental de hoteles y restaurantes como The Rock restaurant o La Tapería, o de increíbles paseos en barco donde puedes llegar a olvidar que te encuentras en África, existe una población que recoge agua potable en garrafas, se alumbra por la noche con candelas o anda descalza mientras muestra amplias sonrisas de blancas dentaduras. Gente que no se muere de hambre porque vive en una de las zonas más ricas y fértiles del planeta, pero cuyo gobierno no hace libres otorgándoles formación con la que poder labrarse un futuro. Allí no se invierte en carreteras, sanidad o educación pública, en enseñar a los habitantes de la isla a nadar sus turquesas aguas, o en un sistema de recogida de basuras que parece más fácil quemar en profundos socavones, pues el pueblo permanece callado a través de la más honda ignorancia. Pero, mientras, la vida pasa a 30 grados de temperatura y ellos son quienes hacen verdaderamente especial tu estancia africana. No voy a olvidar tampoco que, el día que te conocí, me dijiste que tu alma estaba conectada a este continente, donde los zapatos aprietan a unos pies que se deshicieron, hace tiempo, de las asfixiantes necesidades desarrolladas. GABRIELLE. Pd: Gracias Ricky, perfecto anfitrión de uno de los mejores viajes de nuestras vidas.