domingo, 1 de abril de 2012

"Jugando con el desequilibrio"


Siempre has sido una chica de fuertes picos emocionales en tu vida, puedes estar muy arriba para caer sin sentido en picado. Admiro a las personas que juegan un importante papel de equilibrio en sus vidas, porque a fin de cuentas son ellos mismos quienes tensan su propia cuerda. Yo en cambio paseo por un cable flojo que se tambalea, y que a veces me hace perder el sentido real de todo esto. Son varios los factores externos que me condicionan a que esos picos emocionales se acentúen de pronto y los que hacen que toda mi vida parezca estar en continuo desequilibrio. Supongo que el mismo que sintió la casa Dior cuando su director creativo, John Galliano, tuvo que ser despedido sin muchas explicaciones (casi que las dio él todas). La casa jugó con el desequilibrio durante un tiempo, causando noticias y rumores que se alejaban de su imagen estable como gran marca del lujo que ha sido y es. Pero en su pasado desfile de otoño-invierno 12/13, Bill Gaytten, mano derecha del gibraltareño, triunfó gracias a un espectáculo aplaudido por todos. Faldas tipo bar, trajes de día y de noche, minimalismo y cinturas femeninas muy marcadas mostraban el New Look de este siglo XXI, apoyado por un front row fuerte y difícil de derribar. Natalia Vodianova del brazo de Antoine Arnauld acapararó todas las miradas en una época de tiempos difíciles. Apliquemos este contexto a cualquiera de nuestras vidas o de otras vidas ajenas. Épocas de cambios que nos hacen sentir miedo y que nos convierten en frágiles, pero de las que siempre se sale. Kate Moss y su peligroso encuentro con las drogas, Marc Jacobs y su despido al frente de la compañía Perry Ellis, la salida de Stefano Pilati de Yves Saint Laurent... Ellos también se tambalean, pero buscan encontrar a corto plazo su norte. Nosotros lo haremos pronto, con la ayuda del mutuo esfuerzo, de un front row que siempre nos beneficia, pero sobre todo con la seguridad que nos da saber que una casa o firma con peso, no se cae fácilmente por más vientos de levante que choquen contra ellas. GABRIELLE.

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