martes, 18 de octubre de 2011

"¿Felicidad en el trabajo?"

Esa es la idea que quieren transmitir en las jornadas Felicidad en el trabajo que se celebrarán en La Coruña los próximos 21 y 22 de octubre. ¿Y es realmente posible? Un mundo idílico nos muestra imágenes idealistas de exuberantes modelos en sus sesiones de fotos, actrices que viajan y asisten impecables a sus estrenos, interesantes redactoras de Vogue, estilistas, jefas de compras, jefas de prensa, diseñadoras... todos aquellos cargos que giran alrededor de una pasión que parece extenderse a muchas mujeres que sueñan con un trabajo que les llene completamente sus vidas. Pero, más allá de eso, y de vuelta a la realidad ¿cuándo el trabajo no es un castigo? Ciertamente resulta fundamental para ello un buen ambiente de trabajo, un equipo humano que te trate como familia, pues con ellos pasas más horas que con la tuya propia. Un jefe que te anime en los buenos y malos momentos y que te recuerde que aunque las cosas no marchen siempre bien, eres importante en la empresa... Pero también es imprescindible una actitud positiva que ha de partir de uno mismo, para que esa energía fluya hacia los demás.
El estrés es la primera causa de baja laboral en Europa, por lo que parece imposible aquello de ser feliz de 9 a 5. Las circunstancias actuales (crisis, paro, sueldos mediocres) no ayudan a ser positivos respecto a este tema, pero las personas inteligentes luchan cada día por tratar de serlo. En plena época de recesión en la que los superiores te recuerdan cada día que no llegamos a los objetivos y en que nos tenemos que reinventar cada día para seguir vendiendo... podemos ser felices en el trabajo si creemos en lo que hacemos, si nos reímos de nuestros errores y aprendemos con ellos, si seguimos soñando con puestos laborales que nos hagan evolucionar. Podemos ser felices comunicándonos con nuestros compañeros, trabajando codo a codo con ellos y rectificando lo que hemos hecho mal. Podemos ser felices si nos convertimos en multifuncionales y nos demostramos a nosotros mismos todo aquello de lo que somos capaces. En ciudades pequeñas podemos hacer cosas muy grandes, que den la vuelta al mundo, e incluso desde nuestras casas, podemos ser felices... GABRIELLE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué razón tienes! Feliz siempre, aunque el trabajo no nos llene del todo, pero hay que ponerle ilusión a nuestra vida, a pesar de que no nos guste algo de ella. Felicidades L.

Michelle