"Sí, quiero"

Mayo. Mes de las bodas. Época del “SÍ, QUIERO”. Días de compromiso y… de alegría, ¡Que hoy en día parece que casarse es pecado! Para las románticas emperdernidas y definitivamente fuera de onda como yo, es el momento perfecto para pensar en ese LEJANO día… y vestirme de blanco como una se merece. Aunque siempre he dicho que menudo horror aquella situación, mirándote todo el mundo…y tú de tiros largos, que si me piso la cola, que si la niña de las arras se niega a colaborar, que si a tu madre se le tuerce le tocado, que si tu suegra te ha obsequiado con unos maravillosos pendientes de antes de la Revolución Francesa y te ha “recomendado” que te los pongas… en fin, avatares diversos propios de todo fasto. Bueno el caso es que siempre es recurrente pensar en ese famoso día. Como cuando eres pequeña y dices: “Yo cuando salga por las noches…”, “Yo cuando me dé un beso” (AAAGGGG)…o “Yo cuando viva sola…”, pues esto es igual: “Yo cuando me case con un apuesto hombre maduro…” (APLAUSOS).
Bueno el caso es que hace un par de meses, inmersos aún en el frío otoño, un grupo de amigas decidimos hacer una producción de moda en toda regla. La debía aprobar alguien importante y con un gran savoir faire en estos terrenos así que como siempre, presión en el ambiente. Decidí el tema del editorial: “Novia a la fuga”. En honor a una de mis pelis favoritas, a mi actor/candidato a marido perfecto y a una mezcla en el look arriesgada pero de gran resultado, jugué con imágenes que tenía en la cabeza y sobre todo jugamos a pasárnoslo bien en un entorno que daba mucho mucho juego. ¿Mi apuesta? Unir un antiguo vestido de boda (de los años 50 ni más ni menos) con unas botas cowboy, recogido informal y aderezadas con flores silvestres del lugar. ¿Resultado? Vosotros diréis… Yo, encantada. Qué bien sabe decir… ¡como me gusta mi mundo!
PEGUIE.