Para triunfar en este mundo debes tener un amplísimo conocimiento de Historia de la Moda, sobre todo del siglo XX, ya que todas las prendas existentes ahora tuvieron entonces su origen e importancia a lo largo de este fructífero centenario. También debes tener conocimiento de materias como: literatura, arquitectura, música y sobre todo arte. Al fin y al cabo estas áreas se encuentran relacionadas y beben unas de otras.
Esto, para empezar.
Debes saber extraer tendencias clave después de un día donde has visto siete desfiles. Debes educar a la mente a diferenciar gamas de colores, tipos de telas, patrones típicos y figuras históricas.
Eso, para seguir.
Diferenciar sin vacilar, un Gucci de un Pucci. Saber qué es una chaqueta bar, un vestido Mondrian, el tweed, el pantalón harén, el tuxedo o el cinturón obi. Los zapatos jaula, los vestidos de pailletes, o el clutch (en vez de la cartera de toda la vida).
¿Y lo nombres propios? ¡Ay los nombres propios! Marc Jacobs, Isabel Marant, Nicholas Ghesquiere, Alexander Wang, Alexander McQueen, Blumarine, De la Renta, Von Fustenberg o Carlos Díez. Y Schlesser, por supuesto ;). Debes saberlos como si fueran todos tus amigos, de los cuales te sabes su vida en verso y conoces sus nuevas apuestas casa seis meses, como si te las fueran a prestar un viernes de juerga. Tener clara tu lista de favoritos, pero conocer perfectamente los vanguardistas, los nuevos, los de toda la vida y los que diseñan en varias maisons a la vez.
Esto, para “seguir siguiendo”.
Tener una agenda de contactos, fundamental en esta “social” profesión. Saber a quien tienes que llamar para que vaya al showroom, te mueva el opening day o incluso le “chives” el happening day. Todo es cuestión de levantar el teléfono. O tocar el I-Phone, que ya va siendo hora de manejar uno, amiga mía. Leer las revistas con el ojo clínico de un neurocirujano y caer en quien ha conseguido esa exclusiva, quien ha firmado ese reportaje, quien ha vestido a esa niña, qué agencia ha vendido las fotos o qué precio pone en las sandalias. Tu visión debe nublarse si ese precio está equivocado. Coge el dichoso I-Phone y echa a la becaria, que la ha liado.
¡Ah! Se me olvidaba. Por favor, maneja con soltura el francés y el italiano, lenguas clave en el Fashion World. Ni te menciono lo del inglés porque la verdad, he dado por hecho que eres bilingüe.
Bienvenida a nuestro mundo,
PEGUIE.
1 comentario:
Mi querida Peguie, sigues siendo la mejor. Y solo por eso llegarás alto.
Tq! Te llamo a mi vuelta, mi magnifico salario de becaria no me permite otra cosa!!
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