La mantilla es la prenda que identifica a la mujer española en el mundo y que forma parte de una tradición religiosa que ha perdurado con el paso del tiempo. A lo largo de nuestra historia, actos como la Semana Santa, el sacramento del matrimonio o, incluso, la asistencia a los toros, han acogido a mujeres de mantilla según el protocolo. Francisco de Goya retrató a aquellas mujeres de alta posición que la utilizaban en el siglo XVIII y hoy podemos verla como parte de reportajes de moda internacionales que reconocen su uso. La mantilla blanca se puede llevar a la fiesta de los toros, mientras que la negra se utiliza para actos religiosos o más solemnes en señal de respeto. El largo de la falda debe ser siempre por debajo de la rodilla y las medias transparentes o negras finas. El escote de barco o en pico y la manga francesa. La mantilla puede ser llevada como manto o chal o bien recogida con una peineta. El maquillaje suave y natural y los zapatos de salón. El bolso pequeño, en negro o carey. Todo un ritual que exige utilizarla debidamente, con el respeto que requiere y la elegancia que aporta el llevarla sobre la cabeza. GABRIELLE.
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