"Todos somos single"

Después de un mes de su estreno, por fin vengo de ver A Single Man, la peli del director Tom Ford basada en la novela de Christopher Isherwood. Y me encontré con una película totalmente distinta a lo que estamos acostumbrados. Un film detallista, con algunas notas almodovarianas, en el que puede apreciarse que las manos que lo realizaran son delicadas y armoniosas. Unas manos de un diseñador, o algo más que eso, de un artista que ha cuidado cada detalle. Como la aparición momentánea, como un flash, de Brigitte Bardot reencarnada en una adolescente de los años 70. Un juego de luces que simbolizan los lados positivos y negativos de la vida. Unos jardines de flores y árboles en los que me perdería. Un armario perfectamente cuidado, en el que cada camisa milimétricamente doblada tiene su lugar, así como el resto de indumentaria. O una casa minimalista, propia de su dueño. Además, las gafas a lo Yves Saint Lauren, los perros, o los Gin Tonic de las ocho de la tarde son algunos detalles más que, cuidados hasta la última menudencia, te hacen meterte de lleno en la piel del protagonista. Un personaje hundido en una profunda depresión tras la muerte de su pareja, y que lucha cada día con sus dos voces interiores que le muestran los dos lados de la vida. La parte en la que la vida merece la pena vivirla, solo por el regalo que nos fue concebido, y la parte en la que es mejor dejarlo todo ante ese dolor interno capaz de desgarrarte el corazón. Y dando vida a todo ello, un personaje que se encuentra completamente solo en su mundo, porque a fin de cuentas todos somos single, personas solteras, en todos los sentidos, con seres a nuestro alrededor que nos complementan. Pero la esencia habrás de encontrarla en el single, para ser capaz de sobrevivir.
A tal armonioso híbrido, sumarle un detalle más. Porque creedme, el cine en Dublín: 8,30e. Las palomitas y bebida: 5e. Pero ver la película en V.O y que aparezca Jon Kortajarena hablando español con Colin Firth, ¡eso no tiene precio! GABRIELLE.