da de nada. Es cierto que hay jugadores que están bien y otros que están realmente bien… pero siempre hay algo que les falla, porque el sector futbolístico suele tener, antes o después, connotaciones horterillas. El chico puede ser muy guapo en chándal pero a la hora de un buen traje, o la fastidia con los zapatos o la fastidia con la camisa. Eso si no has salido corriendo al ver los extraños brillos de la chaqueta. Como en todo, hay excepciones, y hombres que incluso vestidos de forma sospechosa, te da realmente lo mismo, veasé Beckam, el antiquísimo Panucci o Aitor Ocio. A los dos primeros los descarto por guiris, la verdad es que no me apetece nada un marido que me hable en otro idioma, coma diferente y encima quiera vivir donde nació. Con Aitor sería diferente pero su ex me cae muy bien y no quiero
hacerle eso. Así que me he centrado en otra lista. Futbolistas que en su día fueron algo y que hoy han mejorado enormemente. Hierro, Kiko o el hombre del mes, Guardiola. Todos han sabido encontrar su sitio fuera del campo y llevan con elegancia ropa impensable en ellos hace unos años. El caso de Pep es destacado y solo él ha conseguido que me trague un infumable partido del Barca. Sus paseítos en el banquillo con un fulard de colores, aquel jerseycito de pico verde hoja y su rictus serio y educado me han conquistado. El miércoles cuando se hicieron con el partido, solo sonreía y se dejaba abrazar. Así de simple. Ni Liga, ni Champions, ni lo que sea porque no me sé más títulos. Pep, te lo digo muy claro, me gustas.PEGUIE.
Cuántas veces se dice en los programas de televisión o en cualquier medio de comunicación en general aquello de: "Doy las gracias a todos los que se encuentran detrás de la pantalla, ya que sin ellos este trabajo no sería posible". Y tanto que no sería posible. Aunque los que "dan a cámara" tan sólo sean unos pocos, (mi querida Peguie, resultabas fantástica en las prácticas de tele allá por segundo de carrera), detrás de ellos existe un trabajo esencial del que muchas veces tenemos poca idea. Y en el mundo de las revistas femeninas, medio de comunicación visual por excelencia, además de redactores y estilistas, el papel del fotógrafo resulta cuanto menos primordial. Ellos son los que buscan la mejor perspectiva de la foto, la mejor cara de la modelo, y sobre todo, un juego de contrastes, luces y sombras conjugadas con una serie de sentimientos, que hacen que una imagen valga mucho más que mil palabras... Qué horror, ahora que lo pienso, esto para nosotras las que escribimos... ¿alguien leerá nuestros textos? 










