sábado, 13 de julio de 2013

"Jornada intensiva"

Señores, que no nos engañen: la jornada intensiva nació con el ánimo de concentrar las horas de trabajo en una jornada sin partir, pero el mismo término intensivo lo explica claro: aumento de la intensidad. Si era difícil que la máquina capitalista nos pudiera apretar aún más las tuercas, parece que el engranaje necesita todavía más aceite. Así que en ello estamos, en la plena superviviencia de un verano en la capital. Después de la llamada de mi jefe "aconsejándome" que cogiera cinco días de vacaciones, ya que diez le parecían muchos... ando liada buscando planes lejos de la costa gaditana.
Los conciertos de los veranos de la Villa ofrecen actuaciones como Buika o Diana Krall, pero también a José Mercé, el baile de Eva Yerbabuena o a India Martínez. La mejor manera de disfrutar de la noche veraniega, al aire libre a la luz de la luna y con música.
Del mismo modo, las tardes de cine del Museo del Traje o las noches del Parque de la Bombilla te ofrecen películas que seguro dejaste en el camino y que no hay mejor manera de retomar. 
Los Kennedy inauguraron el pasado junio el espacio de exposiciones de la Fundación Loewe, a través de una colección de 40 retratos que no han visto la luz en más de 50 años. A mis manos llegó ayer la biografía Los Kennedy, de Peter Collier y David Horowitz, de la que tenía ganas veranos atrás, allá en Cerdeña cuando lo ví entre las bolsas de Peguie.
Es necesario comprar una televisión nueva cuando tienes que ponerte las gafas para leer los subtítulos de la vieja que estaba en tu casa de alquiler. Gracias a ella veré este verano las series Mad Men y The Newsroom, tan aclamadas por el público. Ambas pertenecen a mundos muy cercanos y me provocan medias sonrisas con determinadas situaciones de nuestro día a día..
Y todavía tengo que ir a degustar a sitios maravillosos como el pop up store The Patio, el brunch de Olive, o una cena en niMÚ. No me olviden los de allá abajo... GABRIELLE.


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