Fue Madrid la que les permitió explorar el arte que plasmaban en sus cuadros y quien les permitió vivir como querían; este aperturismo madrileño se encontraba lejos de lo que su ciudad de origen podía ofrecerles. La colección es su propio homenaje a la capital y hoy, después de más de tres décadas, se encuentra en casa, en Cádiz. Sobre la oscuridad de la sala resaltan los colores flúor, rojos, diversas tonalidades de azul... bien podría decirse que esta serie resulta acorde a los tonos del verano del 13. Sea como fuere, la excentricidad de sus cuadros rompe tabúes y paradigmas de una época de incertidumbre social, adentrándose en la modernidad y explorando los aires de cambio que se sucederían en el país. Pero, tal y como decían los artistas, cuando nos empeñamos en ponerle etiqueta a las cosas, estas terminan por desaparecer para dar paso a otras. GABRIELLE.
martes, 23 de julio de 2013
"Costus"
La movida se murió en cuanto empezaron a nombrarla. Así hablaban los/las Costus de un movimiento que se fraguó en la capital en los 80; años en los que llevaron a cabo su colección de diecinueve piezas, El Valle de los Caídos, a través de retratos a muchos protagonistas de la misma. Almodóvar, Bibi, Alaska... formaron parte de esta serie de lienzos ya sea en cuerpo o en alma. Las influencias barrocas andaluzas y unas sutiles pinceladas políticas y sociales dieron lugar a la que se convirtió en su obra cumbre.
Fue Madrid la que les permitió explorar el arte que plasmaban en sus cuadros y quien les permitió vivir como querían; este aperturismo madrileño se encontraba lejos de lo que su ciudad de origen podía ofrecerles. La colección es su propio homenaje a la capital y hoy, después de más de tres décadas, se encuentra en casa, en Cádiz. Sobre la oscuridad de la sala resaltan los colores flúor, rojos, diversas tonalidades de azul... bien podría decirse que esta serie resulta acorde a los tonos del verano del 13. Sea como fuere, la excentricidad de sus cuadros rompe tabúes y paradigmas de una época de incertidumbre social, adentrándose en la modernidad y explorando los aires de cambio que se sucederían en el país. Pero, tal y como decían los artistas, cuando nos empeñamos en ponerle etiqueta a las cosas, estas terminan por desaparecer para dar paso a otras. GABRIELLE.
Fue Madrid la que les permitió explorar el arte que plasmaban en sus cuadros y quien les permitió vivir como querían; este aperturismo madrileño se encontraba lejos de lo que su ciudad de origen podía ofrecerles. La colección es su propio homenaje a la capital y hoy, después de más de tres décadas, se encuentra en casa, en Cádiz. Sobre la oscuridad de la sala resaltan los colores flúor, rojos, diversas tonalidades de azul... bien podría decirse que esta serie resulta acorde a los tonos del verano del 13. Sea como fuere, la excentricidad de sus cuadros rompe tabúes y paradigmas de una época de incertidumbre social, adentrándose en la modernidad y explorando los aires de cambio que se sucederían en el país. Pero, tal y como decían los artistas, cuando nos empeñamos en ponerle etiqueta a las cosas, estas terminan por desaparecer para dar paso a otras. GABRIELLE.
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