miércoles, 21 de septiembre de 2011
"In memorandum"
Sus colegas le han llamado el tejedor de sueños o el arquitecto que se enamoró de la moda, quien supo hacer de ella su vida. Jesús del Pozo siempre defendió que su profesión no se enseñaba, sino que se aprendía y él la aprendió desde joven. Nació con ella en las venas, si me lo permiten. Sus comienzos, allá por el año 1970 se dirigieron a un público masculino, pues él diseñaba sus propios modelos para su fondo de armario, para terminar diseñándolos a los demás. Fue en los 80, cuando se dedicó a la mujer española, pero también a la mundial; propulsó así la formación internacional pues había que abrir las puertas de nuestro país al exterior. Importante embajador del Pret-a-Porter español, se diferenció de los demás, adquirió una personalidad propia a base de trajes de una sola pieza, sus preferidos. Disfrutaba con los elementos nuevos, con los materiales, con aquellos retos que le volvían a llevar a la osadía de la ignorancia. Esta semana en Cibeles se le ha rendido un cálido homenaje y un merecido apoyo a su equipo para que continúen con un legado que ha dejado una importante huella en la moda española. Jesús siempre enseñó, aunque dando mayor importancia a quienes aprendían. GABRIELLE.
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