Pocas veces lo conseguimos. Lo sentimos. El relax, a estas alturas de la vida, es casi impensable en nuestro día a día donde la crisis, “los” trabajos, el ritmo de Madrid, no nos deja casi ni darnos cuenta de la danza que estamos obligados a bailar desde que nos levantamos. Y casi mejor. A veces es mejor no ser conscientes… pero… de repente, tienes unos días libre. No del todo, pero lo suficiente como para mirar con una perspectiva diferente nuestra rutina y caer en la realidad. Como se disfruta ese primer paso en contacto con la arena de la playa. El reencuentro con el mar, siempre ahí, quieto o bravo, frío o más cálido. Pero ahí.
Esos momentos, son los que valen. Y lo que conllevan. Una copa, un baño, toda una mañana al sol, un ratito con la luna. Pero supongo que lo que hace que valore todos esos momentos, son tantos otros donde crees que resulta imposible volver a ellos. El invierno, las interminables jornadas, las caras blancas, los caprichitos del jefe, los caprichitos imposibles del jefe…etc.
Por eso, disfrutemos del día a día. Pensar la fortuna por tener un trabajo que te encanta, pensar que los nuestros gozan de salud y que tenemos una laaarga vida por delante. A partir de ahora comienza el juego. Casi no sabemos bien quien serán los personajes, los decorados, ni siquiera el vestuario!! Pero sí quienes son las protagonistas…Buen verano, que disfrutéis mucho y RELAX, MUCHO RELAX. Por cierto, pantalón harén made in Asilah (Marruecos). Collar mercadillo vintage y gafas de sol Ray ban aviator. It´s summer time, my friend. PEGUIE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario