Si tuviera que pensar en una palabra que me transporte a este país sería silencio... ese que diariamente echo de menos en mi estresante vida laboral. Hay veces que entonaría el famoso por qué no te callas de Don Juan Carlos y me quedaría más ancha que nuestro rey ante Hugo Chávez. Lamentablemente, debo mantener mi empleo.
Volviendo a Japón, pienso en la película Lost in Translation de Sofia Coppola, o en el libro que me estoy leyendo en estos momentos Viento del este, viento del oeste, inspirada por mi amiga Lucía. Pienso en los mejores restaurantes japoneses de Madrid, Kokoro y Nagoya, en nuestras cenas caseras emuladoras y en el viaje que realizaron unos amigos el pasado verano a este fantástico país. Gracias Jano Remesal por cederme estas maravillosas fotos que me aportan silencio mientras suena mi lavadora occidental a la espera de ser tendida. GABRIELLE.
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