"La alfombra roja"

Veinticinco años celebrando la gala de los premios Goya, bien merecían un cambio de escenario, y nada mejor que el Teatro Real de Madrid. Otro acierto: cambiar la alfombra verde de los últimos años por una buena pasarela roja. Y no por parecernos a los americanos, sino porque no suena igual hablar de los vestidos sobre la alfombra verde; una alfombra roja otorga más glamour, ese que buena falta nos hace en estos tiempos de crisis. Me acuerdo como si fuera ayer de aquella edición de los Goya en la que nevaba en Madrid como si de una película se tratara, y un maravilloso Antonio Banderas presentaba el acto. Mi amiga Pegui fue la encargada de entregar cada estatuilla al afamado actor cada vez que este nombraba a un ganador, y sus paseos entre bambalinas, ese año y muchos otros más, le han convertido en una experta de los premios de la Academia del Cine Español. Mientras, yo (como azafata) acomodaba a los invitados en sus asientos, y juntas disfrutamos de la fiesta posterior. Hace ya cinco años de eso, y mucho ha nevado y llovido desde entonces. Yo este año me quedo con dos "celebrities" españolas, por sus modelitos y estilo al lucirlos. Cayetana Guillén Cuervo, muy elegante; y Elena Anaya, guapísima, y de quien espero que consiga el premio, pues en ella veo a la nueva Penélope, esa a quien tanto criticamos pero que continúa ganando a pulso todo lo que tiene, premios y éxitos personales y profesionales. GABRIELLE.