"El poder de la imagen"

¿Os consideráis adict@s a algo? ¿Café, chocolate, gominolas, a los chicles? ¿A la Coca-Coolaaa? Y es que, ¿qué sustancia poseerá esa mágica bebida que hace que en determinados momentos la necesites como la vida misma? Dicen que en sus comienzos la Coca-Cola tenía algo de cocaína, de ahí su nombre, y su adicción a la misma. Las fuentes que certifican que esto es cierto aseguran que a día de hoy ya no queda nada de ello y que es la cafeína la que hace que estemos tan enganchados a ella. O serán las burbujas... Sea lo que sea, soy una de las muchas que necesita una lata de Coca-Cola en sus manos allá donde vaya, eso sí, de Coca-Cola Light.
La multinacional a sabiendas de su posicionamiento en el mercado ha utilizado siempre fuertes campañas publicitarias que con ese poder de la imagen, tan importante en el mundo publicitario, hacen de la marca todavía algo más seductor. Y si no, ¿qué me decís del dibujo de la izquierda?

Manolo Blahnick se ha convertido ahora en el gancho perfecto para continuar con el glamour que envuelve a la bebida desde sus comienzos. El archiconocido diseñador de zapatos ofrece su particular versión en diseños de botellas de lujo en 10.000 unidades ideales para coleccionistas. Su distribución se limitará a Alemania y a eventos relacionados con el mundo de la moda, ya que una botella de estas características es todavía más chic si se restringe a un pequeño grupo de agraciados. Las famosas sopas Campbells y sus botes de diseño crearon tendencia, y la Coca-Cola no anda muy lejos de ello. Incluso Sarah Jessica Parker, cool entre las cool, ofreció su rostro para recrearlas. ¡Y que viva el poder de la imagen! GABRIELLE.