Ya sabía yo que esto de estudiar tan a fondo el tema de la Moda y la Belleza me iba a traer problemas. El otro día tuve la suerte de visitar la fábrica de L`Oreal y puede decirse que mi “vida cosmética” tiene un antes y un después. Logré comprobar cómo dan forma a los pintalabios… ¿Sabíais que la materia viene congelada en recipientes gigantes de litros? Como cuando vas a una heladería y pegada a la vitrina dices…quiero ese, ¡bien grande! También dejaron que manoseara los diferentes componentes del gloss. Puedo aseguraros que fue realmente divertido probar tantísimos sabores (canela, cereza, melón, toffee, chocolate, fresa…) y nos untamos los morros, como si de mermelada se tratara, de la sustancia que utilizan en algunos cosméticos para aumentar el volumen de los labios. Consecuentemente, durante toda la tarde estuve experimentando un picor/cosquilleo que por unas horas tuve la ilusión de convertirme en una pequeña Esther Cañadas…no fue así :(
Pero… ¿Hasta qué punto merecen la pena todos estos productos? ¿Por qué somos capaces de pagar verdaderas barbaridades por envases que a veces no contienen más de 5 gramos de algo que ni siquiera sabemos que es? Las firmas de selectivo lo que venden, además de productos con buenos materiales y maravillosas presentaciones, es ilusión. Venden estilo, seguridad, distinción. Venden un producto rodeado de unas connotaciones absolutamente intangibles que logran que cuando sacamos esa cajita negra con un logo dorado…nos sintamos mejor. Nos deleitamos cada vez que lo utilizamos y somos conscientes de esa sensación… Las empresas juegan con eso y nosotros debemos saber en qué liga estamos.
Dejando a un lado tanta seriedad… ¡Lo mejor vino al final! ¡¡¡Una estupenda bolsita con productos de gama alta para mí solita!!!! Os lo dije… Saben jugar sucio y si te “compran” con unos regalitos de nada…Las palabras se las lleva el viento. Yo personalmente dejé de gritar indignada que los pintalabios los fabricaban como churros y pasé a soñar con llegar a casa para probar cada una de esas cajitas. Para mí el mejor fue el Blush Subtil de Lancome 04. Un colorete en polvo que te aguanta todo el día, aquí os dejo la foto!! Otra cosa que me gustó mucho fue el Gloss Shimmer de Armani, num 25. Quizá es un poco clarito, rosa palo, pero hidrata cantidubi y es estupendo para el día. Y digo yo… Si hay quien tiene vicios tan feos como el tabaco o las tragaperras…yo tengo el vicio de barnizarme cada vez que puedo.
PEGUIE.
Pero… ¿Hasta qué punto merecen la pena todos estos productos? ¿Por qué somos capaces de pagar verdaderas barbaridades por envases que a veces no contienen más de 5 gramos de algo que ni siquiera sabemos que es? Las firmas de selectivo lo que venden, además de productos con buenos materiales y maravillosas presentaciones, es ilusión. Venden estilo, seguridad, distinción. Venden un producto rodeado de unas connotaciones absolutamente intangibles que logran que cuando sacamos esa cajita negra con un logo dorado…nos sintamos mejor. Nos deleitamos cada vez que lo utilizamos y somos conscientes de esa sensación… Las empresas juegan con eso y nosotros debemos saber en qué liga estamos.
Dejando a un lado tanta seriedad… ¡Lo mejor vino al final! ¡¡¡Una estupenda bolsita con productos de gama alta para mí solita!!!! Os lo dije… Saben jugar sucio y si te “compran” con unos regalitos de nada…Las palabras se las lleva el viento. Yo personalmente dejé de gritar indignada que los pintalabios los fabricaban como churros y pasé a soñar con llegar a casa para probar cada una de esas cajitas. Para mí el mejor fue el Blush Subtil de Lancome 04. Un colorete en polvo que te aguanta todo el día, aquí os dejo la foto!! Otra cosa que me gustó mucho fue el Gloss Shimmer de Armani, num 25. Quizá es un poco clarito, rosa palo, pero hidrata cantidubi y es estupendo para el día. Y digo yo… Si hay quien tiene vicios tan feos como el tabaco o las tragaperras…yo tengo el vicio de barnizarme cada vez que puedo.
PEGUIE.
3 comentarios:
Desde luego, a mi todavía no me han comprado, será porque nunca me han regalado esas mini muestras, o porque nunca me he atrevido a que me pintaran delante de miles de personas en El Corte Inglés, pero desde luego, necesitaría una clasecita de "Cómo sacarte partido", a poder ser con módicos precios, sino, pues nada, habrá que utilizar las pagas extras en algo más que en billetes de ave para ver a la familia, cosa que hago con escasa frecuencia, y que me "chifla".
Bueno Pegui, espero que pongas tus recientes conocimientos sobre make up, en mi persona.
Un beso
Querida Pegui:
Me encanta esta idea que dos super chicas con los pies en la tierra, nos guien en el mundo de la moda de esta manera tan graciosa y por supuesto 100% veraz.
Conocí una vez a una persona que decía: "Mi sueño es trabajar en L´Oreal", quizás para conocer eso que ya conoces tú, o por disfrutar de productos "divine" gratis.Yo me quedo con la segunda opción!
Este blog ayuda a no sentirnos como operarias y saber que unos buenos tacones, "casi" siempre te pueden alegrar.
Un beso muy fuerte!
Soprendente el marketing y la psicología que le envuelve a este tipo de cosméticos. Que razón tienes al comentar la sensación que da el sacar del bolso una de esas cajitas mágicas...Uffff que me gustaría cada mes hacer una compra de dichos productos de "alta gama", dejando a un lado otras marcas, que no dudo que sean de igual o mejor calidad que las que se encuentran en los mejores stands de los principales centros comerciales, pero no es lo mismo, verdad??por qué??por puro marketing `y psicología. Pero amigas vaya preciosss, cada una sabrá lo que más le coviene, si invertirlos en unas botas camperas como bien ha hecho Gabrielle o bien en un "luxurious" maquillaje...todo tiene su qué. Ahora sí, no dejeis de cuidaros, de presumir de ser mujer y de disfrutar de ello. Un abarazooo
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