Escaso movimiento estos días de nuestra
#MBFWM en los blogs de moda que sigo diariamente. Los 140 caracteres de Twitter sí que han dejado verse para comentar, tímidamente, las propuestas de la pasarela madrileña. Los entendidos hablan de carencia de riesgo por parte de los diseñadores; de acomodamiento o, incluso, de miedo. Charlando con alguien cercano a este mundo, me hablaba de una pareja de artistas que probablemente no desfilen el año que viene, por el gran esfuerzo que conlleva en cualquier ámbito presentar una colección cada seis meses. Tanto supone que puede incluso que no merezca la pena. En esta edición nos encontramos con diseñadores que se asocian a marcas comerciales para poder llevar a cabo el desfile; con firmas de joyas que consolidan el salto a la pasarela; o con una
Cibeles paralela a la que se celebra en
Ifema. Hemos podido ver el nacimiento de una nueva publicación femenina; fiestas como la de
Yodona o
Vanidad y, en definitiva, nuevas apuestas que configurarán nuestros armarios para la próxima temporada.
A principio de año publicaba un conocido medio económico un reportaje sobre una treintena de empresas españolas que generarán empleo en este temido 2013. Entre ellas y, a la cabeza, se encuentran el gigante
Inditex y
Mango, que afrontará este año con el lanzamiento de dos nuevas marcas de moda.
De mi grupo de amigas, joven, amplio y variopinto, cuatro de ellas trabajan para esta industria; desde economistas, arquitectas o profesoras... ellas han encontrado aquí su hueco. Un hueco complicado de encontrar, pero que existe y tiene cabida solo para las valientes.
GABRIELLE.